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Valencia vierte más de tres millones de litros de aceite usado al alcantarillado al año.

23/05/2018

miércoles 23 de mayo, 2018

La ciudad reutiliza menos del 1% del total del residuo empleado en los hogares.

Ante el anuncio de la colocación de un quinto contenedor marrón para residuos orgánicos en la ciudad y la oposición de vecinos y usuarios surge un dato que estremece: Valencia tira cada año más de tres millones de litros de aceite usado al alcantarillado. Pese a que se trata de la basura más contaminante (se estima que un único litro contamine hasta 10.000 de agua), es también la que más complicada resulta de reciclar para los ciudadanos. Así, se reutiliza menos de un 1% y el problema es mucho más serio de lo que podría parecer.

Según distintas estimaciones, cada español genera 4 litros de aceite usado al año. Se trata de productos que suelen acabar en el sumidero y viajan por el alcantarillado hasta la depuradora. En un cálculo sencillo, multiplicando esos cuatro litros por persona por los poco más de 790.000 personas que viven en Valencia son más de 3.150.000 litros de esta sustancia que acaban en las alcantarillas. Y eso sin contar grandes productores como establecimientos hosteleros u hoteleros. Así las cosas, según los datos ofrecidos por el propio Consistorio esta semana en la rueda de prensa de presentación del proyecto de contenedores marrones, Valencia recicló en 2017 un total de 23.680 litros. Eso supone en torno a un 0,75% del total de litros que acaban en el sumidero, una práctica que está prohibida pero que se sigue realizando de manera sistemática no sólo en Valencia sino en la mayoría de ciudades del país.

La ordenanza municipal de limpieza, que data de 2009, indica: «Resulta de gran interés la recogida selectiva de los residuos de aceite vegetal de frituras, con objeto de evitar en la mayor medida posible su vertido a la red de saneamiento y alcantarillado». La citada ordenanza, muy inspirada en la de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que se elaboro del mismo año, considera sancionable «evacuar residuos domésticos por la red de alcantarillado». De hecho, en Fallas, las churrerías que echen el aceite a la red de saneamiento se exponen a una importante multa por parte del Consistorio, que exige que cambien el aceite pero también que los restos los gestione una empresa especializada en ello.

Entonces, ¿qué hay que hacer? Llevar el aceite usado a cualquiera de los 56 puntos que el Ayuntamiento de Valencia tiene habilitados para recogerlo. Se trata de 11 en los mercados municipales, 36 en los centros municipales de actividades para personas mayores, seis en distintos puntos y tres en colegios. Estos 56 establecimientos comprenden la colocación de un total de 70 contenedores. Además, el Ecoparque, situado en el polígono Vara de Quart, recorre cada día distintos puntos de la ciudad para facilitar la recogida de estos productos, que una vez tratados sirven para hacer distintos productos derivados como jabones. Estos puntos se pueden consultar en la página web del Ayuntamiento.

El objetivo es que el aceite no acabe, en ningún caso, en la alcantarilla. Y es que la vida del aceite en la red de saneamiento es más longeva de lo deseado. Según María Vicente, miembro de la oficina técnica de Ecologistas en Acción del País Valenciano, la ciudad es tan plana que este tipo de productos forman «bolsas» oleosas en las alcantarillas, lo que complica su retirada. «Se pueden provocar importantes atascos en las cañerías porque como el jabón el aceite no se disuelve en el agua y es peligroso», explica Vicente.

Pero es que cuando llegan a las depuradoras, el proceso de separación del agua del aceite para tratar la primera requiere un tratamiento complejo y costoso que cada depuradora hace de una manera distinta. El ingeniero técnico agrícola y experto en gestión de depuradoras Alfredo Gonzálezindica que la separación «se hace sólo con aire. Consigues que precipite». «El pretratamiento por lo general en EDAR tienen dos partes: el fisicoquímico (eliminas metales y demás sustancias que no puedes eliminar biológicamente mediante coagulación/ floculación, se suele hacer con cloruro férrico y aireación), y la otra parte aceites y grasas. Aquí se extraen del circuito mediante emulsión, en pocas palabras es conseguir que se separen del agua quedando arriba dichos productos que flotan, y con una rasqueta se extraen totalmente del circuito», indica el experto.

Vicente señala que en Valencia «hay que ponerlo más fácil. La red es insuficiente, y eso que ha aumentado mucho, pero el ecoparque móvil necesita mucha más difusión». La experta comenta que en Navarra, que junto al País Vasco es una de las zonas más avanzadas en lo que a tratamiento de residuos se refiere, «hay acuerdos con cadenas de supermercados para habilitar puntos de recogida de aceite». «El aceite se queda adherido a las cañerías y en las depuradoras, en algunos tratamientos se obliga a subir la temperatura del agua para generar las bacterias que se lo comen», señala Vicente, que añade que este sistema «es el más costoso».

Fuente: lasprovincias.es

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